Cuando se constituyó nuestra mal llamada Democracia, existieron una serie de limitaciones infranqueables: Monarquía, estado NO Laico, amnistía total con los verdugos del Franquismo………y la Ley D´Hont, utilizada para realizar el reparto de escaños en el congreso de los diputados y senadores que por extensión se emplea en las elecciones autonómicas y locales.
Esta ley es totalmente injusta, sólo favorece a los grandes partidos y a los nacionalistas al presentarse en unas determinadas comunidades. Por puro interés egoísta nadie la quiere cambiar, salvo los partidos minoritarios que son los grandes perjudicados.
Es una forma de domesticar a los votantes y que no se vayan por un camino descarriado, así que siempre ganará uno de los dos partidos mayoritarios, en algunos casos tendrá ayuda en los nacionalistas, por supuesto a cambio de prebendas para su comunidad, en otros conseguirá una mayoría absoluta.
Desde la Constitución de 1978 únicamente el PSOE en el 82 y el PP en 2011 han conseguido mayoría absoluta, en este último caso se agrava por gobernar desde el absolutismo en la gran parte de autonomías y ayuntamientos.
Cuando un partido entra en ésta dinámica no pacta con nadie, cree que ostenta un poder divino y posee la cualidad de la verdad infalible, llegando a convertirse en un Despotismo Ilustrado o peor aún en una Dictadura.
En el PP este concepto lo llevan a su máxima expresión, no aceptan nada que venga de otros partidos, salvo a veces de CIU ya que ideológicamente son iguales, lo hacen todo de forma muy legal “Por cojones”.
El último caso vergonzoso por aplicar esta mayoría es la negativa a que comparezcan ante el parlamento y se pueda crear una comisión de investigación, un grupo de filibusteros que han llevado a Bankia a la ruina. Igual ocurre con ese personaje que refleja todas las virtudes del franquismo como presidente del tribunal supremo y el CGPJ, no me extraña Divar y Rajoy crean en los milagros divinos cuando Zapatero le propuso para estos cargos.
Los ciudadanos nos sentimos impotentes e indignados, viendo como se llevan toda la pasta, disfrutan del dinero nuestro a su antojo, gestionan las entidades financieras como mafiosos y al final le dan un pastón y al Caribe, sin juicios, comisiones o cualquier cosa que les pueda perturbar.
Debemos seguir manifestando nuestras denuncias de cualquier modo posible y pensar si a veces merece la pena votar en las elecciones para seguir validando ese paripé democrático mientras no se modifique la ley.
Saludos a tod@s AJFerrer
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